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para la fiesta de San Sebastian 2008



FIESTA DE SAN SEBASTIAN
POYALES DEL HOYO (Avila)

-20 DE ENERO-

-Actualmente 3º Fin de Semana de Enero-

(texto extraido de “RECUERDOS DE NUESTRA VIDA” editado por las Asociaciones de la Tercera Edad y financiado por el Consejo Social Rural. Zona de Arenas de San Pedro – Arenas 1997)

Es el patrón de Poyales del Hoyo y Ramacastañas, en donde se celebran grandes fiestas en honor a este Santo. Pero también es celebrado, en mayor o menor medida, en otros pueblos: Cuevas del Valle, Lanzahíta, San Esteban y Villarejo, Guisando y Arenas.

Es curioso como en los dos pueblos en los que este Santo es Patrón se encienden grandes "iluminarias" los días de la fiesta, en Poyales de enebro y en Ramacastañas de encina, así como que sea costumbre en esta fecha tanto en Poyales como en Lanzahíta, prender pequeñas "iluminarias" de romero a las puertas de las casas para "deshacerse de todo lo malo".

"Desahógate casa, que salga lo malo y entre lo bueno" dicen en Lanzahíta.

"Romero quemo que salga lo malo y entre lo bueno" en Poyales.

En Poyales del Hoyo esta fiesta dedicada a su Patrón ha perdurado a través del tiempo a pesar de transcurrir en el mes de Enero, mes de mucho trabajo por la recolección de la aceituna y de difícil traslado al pueblo para los que están fuera (tan solo en la actualidad ha sido trasladada al fin de semana más próximo, precisamente por la importancia de la Fiesta y la devoción al Santo).


Bendito San Sebastián

tú que vives en las eras

échanos tu bendición

con esa mano de cera.

Pues concedes tus favores

al que te invoca amoroso,

escucha nuestros clamores,

Sebastián, Mártir Glorioso.


Es significativo ver cómo estas fiestas que llegan después ó incluso en medio de fechas de mucho trabajo, tienen mucho más arraigo. Por supuesto tiene que ver la devoción al Santo, pero quizá haya también el valor de recompensa tras el trabajo, y la alegría de trabajar con una meta próxima de relajación y alegría. No hay que olvidar que antiguamente las fiestas suponían el único tiempo de diversión y de baile para los vecinos de nuestros pueblos.

Tradicionalmente esta fiesta de San Sebastián en Poyales duraba cinco días:


• Día 19: La Víspera

• Día 20: San Sebastián

• Día 21: San Sebastianín


• Día 22: San Sebastianón

• Día 23: El día de los mozos

• Día 24: El día de los casados


Después de los Reyes empezaban ya los preparativos de la Fiesta que compaginaban las mujeres con la recogida de la aceituna que era costumbre que estuviera terminada para la Fiesta: se limpiaban y jalbegaban casas y cocinas y se preparaban los dulces, fundamentalmente perrunillas y mantecados.


Ocho días antes del Santo, comenzaba la novena que terminaba la Víspera.

El 17 y el 18 de Enero los tres mayordomos de ese año, que se ofrecían normalmente voluntarios el año anterior, iban al monte a recoger leña de enebro para la "iluminaría" que se encendía la víspera en la Plaza de El Moral. También estos mayordomos unos días antes iban por las casas del pueblo pidiendo dinero para la fiesta"¿Cuánto das para la gaitilla? ¿Cuánto das para el Santo?" distinguiéndose de este modo el dinero del baile y el de la Iglesia.

Con el dinero del baile se costeaba el de la víspera y los tres primeros días, el cuarto lo costeaban los mozos del pueblo y el quinto los casados. El alojamiento y la manutención de los gaitilleros era por cuenta de los mayordomos.

Hacia las cuatro de la tarde de la Víspera se iba a por el Santo a su Ermita, su­biéndolo en procesión a la Iglesia. Esa noche, a las nueve, los mayordomos prenden una gran "iluminaría" en la Plaza con la leña de enebro recogida, al son de las campanas y de los cohetes. Al mismo tiempo en todas las casas se enciende un candil en la ventana y se prende un ramo de romero a la vez que se abren puertas y ventanas al grito de:

"Romero quemo, que salga lo malo y entre lo bueno".

Se reúne luego todo el pueblo en la Plaza alrededor de la "iluminaría", cantando y bailando. De ahí salen rondas de amigos que alegran con sus canciones las calles del pueblo.

El día del Santo, Diana al abrir el día. Misa Solemne, a la salida de la que, en unos tiempos allí mismo en la Iglesia, en otros en el Ayuntamiento, se daba una caridad o media caridad, un poco de comida bendecida y vino. También se bendecía pan para los animales. Hoy en día en recuerdo de aquello, se da a todos los vecinos pan y queso de cabra fresco. Se saca después al Santo en procesión por el pueblo y los mayordomos siguen pidiendo para el Santo, al son de devotos y devotas de San Sebastián ¿Quien da una limosna? mientras desde los balcones los vecinos echaban sobre el Santo carillas, garbanzos o lo que pudieran ofrecerle.

Después se le baja de nuevo a la Ermita, realizándose la subasta de banzos para entrarlo, y subastando después la subida al trono, que no se realizará hasta el día siguiente.

Era tradicional (y aún hoy en día se sigue haciendo) que el día de la Fiesta, el panadero hiciera la ofrenda de un roscón que se subastaba. También se ofrece un queso. Asimismo se subastan los laureles y naranjas que lleva el Santo (hay que tener en cuenta que San Sebastián fue asaetado atado a un naranjo, por lo que se le adorna con un entrelazado que se reali­za todos los años con laureles y naranjas).


Los mayordomos se ofrecían voluntariamente de un año para otro y si no había eran los del año anterior. Actualmente al haber muchos que quieren serlo son los tres primeros que llegan a la Puerta de la Iglesia en la Pza. de El Moral (el año anterior) el día que suben al Santo a su ermita.

Es representativa y aún hoy se utiliza, la ropa de los mayordomos: Capa negra y sombrero y la vara del Santo. (Vara con la imagen del Santo).

La comida típica era el cabrito guisado (había muchas cabras) y de los dulces, las   y los mantecados.

Ropa típica: Para el hombre: Pantalón de pana, chaleco, faja negra y sombrero.

En las mujeres, es típica la llamada mantellina, mantilla antigua de paño o algodón fuerte, con cenefa de pana, a veces alrededor de ella, y adornada con lentejuelas.

Himno a San Sebastián


Adalid y valiente capitán

fue el mártir San Sebastián

fiel amante de Cristo y de su cruz.

Que en lucha desigual

del infierno triunfó,

de laurel inmortal sus sienes coronó


Entonemos gozosos himnos mil

al grito del añafil:

Viva, viva el patrón

de esta villa leal

que con fiel corazón

canta un himno triunfal.

Valeroso Sebastián:

danos la paz, danos la paz



 

hhhhhhhhhhhhhhhhhhhh