Conozcamos
un poco Guisando
“Guisando, al pié de los Galayos, es quizás el pueblecito de más
bellas vistas
de toda España; esto es difícil de asegurar, pero el decirlo no
debe andar muy
lejos de ser cierto.(Camilo José Cela en "Judíos, Moros y
Cristianos”)
El
pueblo de Guisando es una de las entidades de población del Bajo Tiétar. Esta
situado en un rellano entre pendientes, resguardado por la Cabeza de Arbillas,
Cabeza del Cobacho y Collado de Guayerbas que le protegen de los vientos
serranos del invierno y aminan los calores del estío.
La
superficie total de su término es de 3.610 has., dedicadas en su mayor parte a
la explotación del pinar y el resto a olivar cerezo y otros árboles
frutales.
De su
tierra brotan numerosos manantiales y arroyos, y además, está surcado por dos
ríos: el Pelayo, que discurre a la vera del mismo pueblo, y el Riocuevas; ambos
tienen su nacimiento en los altivos Galayos.
El
núcleo urbano de Guisando se caracteriza por sus estrechas y empinadas calles,
por su adaptación al medio físico. El centro del pueblo es la Plaza Mayor y a
partir de él surgen la veintena de calles con las que
cuenta.
Si
bien muchas de sus casas conservan una arquitectura tradicional serrana, una de
sus mayores peculiaridades es que un arroyo, el Covacho, divide al pueblo en
dos, bañando las casas de sus orillas y siendo sorteado por seis curiosos
puentes.
En la
actualidad Guisando posee alrededor de 800 habitantes, población que se
quintuplica, por lo menos, en periodos vacacionales. De ahí que cuente con 600
viviendas, muchas de las cuales son segundas viviendas o residencias
secundarias.
Los
ingresos económicos de este pueblo se derivan fundamentalmente de la explotación
del turismo (alquiler de viviendas de verano, hostelería, pequeño comercio,
servicio domestico..., de la construcción (rehabilitación de viviendas antiguas
y edificaciones nuevas) y del sector agro-forestal (tala y arrastre de pinos,
limpieza y conservación de montes, ganadería de caprino, huertos familiares para
el autoconsumo ), olivar y Cooperativas agrícolas). Sin embargo, la principal
fuente de ingresos en las economías familiares procede de los subsidios por
jubilación o enfermedad; ello corrobora en señalar que la pirámide de población
de Guisando muestra un progresivo envejecimiento.
Otras
dotaciones interesantes de las que goza Guisando, aparte de su entorno natural y
belleza paisajística, son su red de carreteras y pistas forestales, (más de 100
kms. que llevan desde el fondo del valle hasta la antesala de la sierra)
campamentos de verano, camping, piscinas naturales y artificiales, refugios de
montaña y campo, merenderos, pista polideportiva, campo de fútbol y plaza de
toros, quizás la más antigua de la comarca hoy en pié.
APUNTES
HISTORICOS
El
origen de Guisando se remonta a la Baja Edad Media, probablemente fuese fundado
a partir de la majada de algún cabrero en unos de estos enclaves: La Majadilla o
los Parrones.
Estas
tierras estuvieron ocupadas por los bereberes en la etapa de dominación
musulmana y mas tarde repobladas por gallegos, navarros y burgaleses; hechos que
quedan reflejados en su toponimia: Guayerbas, Carquesal...
El primer
documento conocido donde se cita la existencia de Guisando es una Autorización
del Consejo de Avila de 1274. Y la primera partida de bautismo de la Parroquia
de la Purísima Concepción de Guisando data de 1576.
Hasta el
siglo XVIII, el devenir de Guisando estuvo ligado al de Arenas de San Pedro,
Señorío este de la Casa del Infantado. El 6 de Agosto de 1760, con rúbrica del
rey Carlos III, obtiene la Carta de Villazgo con lo que pasa a tener
Ayuntamiento propio.
La
actividad principal de los guisanderos siempre fue la explotación del ganado
caprino hasta el inicio de las repoblaciones piraniegas, en sustitución del
bosque autóctono de rebollo, desde el último tercio del siglo pasado. Los
cabreros de "antaño" y los de "hogaño", tuvieron que emigrar hacia tierras de
Candeleda, Madrigal de la Vera y dehesas toledanas y cacereñas más próximas. Hoy
muchos de los cabreros de esos pueblos son descendientes de
guisanderos.
En los años
veinte Guisando y Gredos en general fueron "descubiertos" por las divulgaciones
y publicaciones de los científicos alemanes que investigaron nuestra fauna,
flora, costumbres y folklore.
En este
empeño no podemos olvidar a los ilustres literatos (Baroja, Marañón, Cela...),
pintores (Martínez Vazquez, Sotomayor, Galván...), fotógrafos e investigadores
que han sido los verdaderos difusores del nombre de
Guisando.
La guerra
civil trajo a este pueblo situaciones negativas similares a las del resto de
España: desgracias familiares, hambre, represión, culto en secreto de los
cristianos protestantes guisanderos, "los protestones"..., pero también se
dieron actos de gran solidaridad humana.
Con el
desarrollismo económico de los sesenta, los guisanderos más jóvenes emigran a
países europeos (Francia, Suiza y Alemania) y fundamentalmente a Madrid, en
busca de mejores condiciones de vida.
En esta
época, el pueblo extiende su casco urbano y se dota de nuevos servicios e
infraestructuras (agua corriente, saneamiento, luz, butano...), en un alto grado
por las exigencias de la llegada de los turistas. Sin duda, para éstos el
principal atractivo de Guisando era el sosiego del pueblo y el reto que los
picos de su Sierra ofrecía a los más intrépidos
montañeros.
En 1977 fue
declarado "Conjunto Histórico, Artístico y Pintoresco" gracias al buen estado de
conservación de su arquitectura popular.
En la
última década lo más destacado viene acentuado por el envejecimiento de la
población, el descenso del número de nacimientos y por el cambio en la tendencia
turística, que ha pasado a ser un turismo de fin de semana y puentes, menos
cívico y más ahorrativo.
Los
años noventa discurren bajo la expectativa de la posible declaración de Gredos
como Parque Natural, que afectará, esperemos, positivamente a los
guisanderos.
Para
concluir, las fiestas de Guisando están ligadas desde siempre a la actividad
ganadera de este municipio y hoy también para complacer al turista: Carnaval,
San Pedro Apostol el 29 de Junio (fecha para contratar a los zagales),
Veraneantes en agosto y San Miguel, nuestro patrón, el 29 de septiembre (los
criados entraban a trabajar con el nuevo amo).
Los
atractivos de este pueblo siguen siendo su entorno natural, su arquitectura
popular y el rescate de sus tradiciones, pero atentados urbanísticos y medio
ambientales podrían acabar con él.
P.D.: "Los toros de
Guisando" no tiene más en común con este
pueblo que el
compartir el nombre.
Trabajo
realizado por: L. Garro y F. Palacios